La última jornada se presentaba algo ligera en cuanto a contenidos, sobre todo porque después había que llevar a cabo la ceremonia habitual de entrega de diplomas. Aún así, el tema era altamente interesante: el trabajo con la diversidad, el multiculturalismo y las diferencias socioeconómicas en el aula, para estrechar las posiciones entre los alumnos y con el profesor, y ayudar a la integración y a la inclusión en el aula.
Una vez más, la sensación final es que, a pesar de que las pautas eran correctas, quedaban algo superficiales y faltas de la profundidad y complejidad que requieren temas tan complicados como estos, pero de nuevo la falta de tiempo se impuso. Ayudar a entender las diferencias, romper con los estereotipos culturales, aceptar la diversidad con tareas necesarias en la labor docente, día tras día, pero a veces resultan profundamente complejas, sobre todo por las dificultades sociales con las que se deben tratar en el aula cada día, a veces profundamente enraizadas y ante las que el profesor a menudo no puede más que plantearse unos objetivos modestos. Dichos objetivos pueden ser algo más ambiciosos si el docente está formado adecuadamente en cómo tratar estos asuntos, y en una serie de herramientas para dinamizar el aula en esta dirección.
Una imagen sobre la actividad para entender las diferencias socioculturales entre los diferentes países, algo que, obviamente, era palpable en un curso donde acudíamos gente de hasta seis nacionalidades diferentes.
La valoración final del curso para mí no ha sido totalmente la que hubiera deseado. Ha habido demasiados conceptos relacionados con pedagogía terapéutica, vistos a un nivel aplicado para profesores "de aula", pero por otro lado, suficientemente conocidos para aquellos que nos habíamos formado en el asunto. El apartado de innovación metodológica y motivación del alumnado, se ha quedado corto de tiempo en detrimento de éste, por lo que sus resultados han sido algo superficiales e incompletos para un curso de carácter internacional. Lo mejor, ha sido poder compartir la realidad educativa con compañeros de otros países, entendiendo sus realidades, y proyectándolas sobre la nuestra. Esto me ha ayudado a romper con algunos tópicos que nos atenazan como docentes, y con el origen y los factores principales que causan el fracaso escolar en los centros españoles. Nuestros centros están en general mejor preparados para la atención a la diversidad y la atención terapéutica que la mayoría de los países europeos (al menos, por encima de la media), y hay corrientes innovadoras mucho más avanzadas que en otros países europeos. Sin embargo, nuestra tasa de abandono escolar es la más alta de la Unión Europea, triplicando, por ejemplo, la de Grecia, un país con una realidad de medios y sistema mucho peor que la nuestra. Todo apunta a que los factores sociales y culturales son los que están afectando especialmente al fracaso escolar, y eso debería hacernos reflexionar en otras direcciones a las que se apunta normalmente. En cualquier caso, no cabe duda de que la experiencia total ha sido interesante.
